en éste mi rincón, donde cobijaré tu bello amor,
llegaste como fulgurante rayo, que deslumbró mi amor
tu bella presencia, tu suave y murmurante voz
arrancaron a mi vida...toda esa gran pasión.
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Si el cielo se abriera y desde ahí emergieras
seguro lo estaría... que a tu encuentro llegaría
para cogerte en mis brazos y no dejarte partir
y cuando en éllos estés, tus labios y cuerpo besaré.
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Si la locura, es visión de locos desvaríos
creo que tu mi vida, siempre viviras en mi locura.
Arrancarte de mi vida, sería, como desgarrar mi propia carne
te pido.... y en mi huimildad, vuelvo a pedir
nunca... jamás; me dejes de amar.
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Resabios de una tormenta pasada, en mis andares
son restos.... que tu has borrado de mi piel
sanando viejos encantos, que en mis desvaríos soñé.
Remedio, sanación, cura a todos mis males.
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Bella mujer... si en algo al cielo tengo que agradecer
eres tu; mi bella soñada
a quien en holocaustos ofreceré como la gran bendición
que el gran creador me otorgó.
Bella amada... sólo te pido: "No me dejes de amar".
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SACARIAS